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Cerrajeros 24 horas Valencia
Cerrajería Valencia es una empresa formada por un equipo de cerrajeros 24 horas Somos una empresa con clara vocación de servicio. Nos gusta ayudar a nuestros vecinos. Nuestro radio de acción es muy amplio. No solo trabajamos en Valencia capital sino que atendemos solicitudes de toda la provincia. Nuestra estructura como empresa nos lo permite. Somos un grupo de cerrajeros autónomos que un buen día hace ya más de veinte años decidimos aunar nuestros esfuerzos y coordinarnos de manera que no perdiésemos clientes cuando tuviésemos picos de trabajo. Esa fue la idea inicial. Hoy día somos una agrupación técnica de autónomos de cerrajeros profesionales, líderes en nuestro sector.
Somos cerrajeros 24 horas baratos. Al unir nuestros conocimientos podemos encontrar mejores ofertas que aplicar a nuestros clientes. Tenemos excelentes contactos con nuestros proveedores. Conocemos fábricas de persianas y empresas cerrajeras que nos suministran material de primera de manera solícita. Nos hemos rodeado de grandes profesionales para poder ofrecer un servicio 24 horas de calidad suprema. Nuestra atención al cliente es exquisita. Estamos adheridos a la Junta de Arbitraje y Consumo y seguimos a rajatabla todas sus pautas para que nuestro cliente esté plenamente satisfecho.
Cerrajeros Valencia es una empresa de solera en Valencia. Si busca en Internet, podrá comprobar que salimos en las primeras posiciones, pues somos los más buscados. Somos una empresa seria, responsable con todo lo que hacemos y eso tiene una recompensa. La gente confía en nosotros. Nuestra mano de obra es ligeramente más barata que la media de nuestra competencia. Los productos de primera calidad podemos sacarlos a precio de fábrica. Por otro lado, todo material utilizado por el cerrajeros 24 horas estará homologado y gozará del certificado de garantía correspondiente a lo que marque la ley. Además, nuestro trabajo también está asegurado por tres meses. Así pues, no tiene de qué preocuparse. Está en las mejores manos.
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Somos los únicos cerrajeros 24 horas rápidos y económicos
Los cerrajeros 24 horas están totalmente capacitados para atenderle en un corto periodo de tiempo. Tenemos el compromiso de llegar en menos de 20 minutos allí donde nos necesite y tenemos la responsabilidad de ofrecerle una solución rápida a su problema y pasar a solventarlo en el plazo máximo de 24 horas. Cuando alguien contrata nuestro servicio 24 horas es porque está realmente necesitado. Cerrajeros 24 horas montó este servicio urgente de reparación y aperturas de cerraduras, puertas y persianas para atender a aquellos clientes que requerían de sus servicios fuera de horario comercial ordinario. Nunca se sabe cuándo va a necesitar a un cerrajero urgente, así que nosotros y la asociación de consumidores le aconseja que guarde el número de teléfono de una cerrajería que le garantice todos sus derechos como cliente.
Cerrajería Valencia tiene un modo de proceder que hace que el cliente desde el primer momento esté bien informado de todo: del precio del servicio, de lo que vamos a hacer para resolver sus problemas, de los derechos que le asisten como cliente, etc. Los cerrajeros 24 horas no empezamos a trabajar si nuestro cliente no nos da el OK a nuestro presupuesto personalizado que le pasaremos sin compromiso alguno. Somos una empresa transparente. Tras recibir la confirmación de que el cliente está de acuerdo con nuestro presupuesto detallado gratis, entonces empezaremos a trabajar.
Se nos conoce por la cantidad de veces que hemos ayudado a nuestros clientes a salir de innumerables entuertos.
Alex Baviera es uno de los cerrajeros 24 horas que trabaja en Cerrajería Valencia. Tiene una formación reglada que le permite trabajar como cerrajero en toda Europa. Periódicamente realiza cursos de aprendizaje especializados en cerrajería. Asiste a congresos y ferias donde se presentan los nuevos sistemas de cierre de seguridad. Es un auténtico profesional que dada su vasta experiencia se ha encontrado con casos muy curiosos.
¿Cuál es el servicio urgente donde más miedo pasó?
“¡Buf! Fue uno de mis primeros servicios. Era una noche que estaba de guardia. Más o menos hacia las dos de la madrugada suena el teléfono y se identifican como la policía nacional. Sólo de escuchar que era la policía quien requería de mis servicios ya me puse muy nervioso. Intenté calmar mis nervios.
El agente de policía necesitaba que abriese el portal de un edificio y la puerta de un piso, cerca de la Estación del Norte, donde ellos pensaban que había un alijo de drogas de un pequeño traficante. No querían llamar la atención de los vecinos de la finca rompiendo la puerta, como suelen hacer, sino que me pidieron que realizara una apertura de puertas sin llave lo más silenciosamente posible, intentando no causar daños colaterales. Y eso hice, pues llevo conmigo todas las herramientas necesarias para abrir puertas sin hacer ni un rasguño. Abrir el portal fue fácil.
Aunque estar rodeados de policías armados me parecía estar viviendo una situación irreal. Fue como si de repente estuviera en una película de acción, pero no, era todo real, demasiado real. Todo mi cuerpo temblaba.
Me indicaron que no corría peligro, que nadie se encontraba en ese domicilio, pero que por si acaso, nada más abrir la puerta saliera zumbando escaleras abajo sin ni siquiera pararme a recoger mi caja de herramientas. Luego, cuando todo acabara ya podría subir a por ella.
Me puse a abrir la cerradura. No era una cerradura de seguridad. No estaba echado el cerrojo. Así que fue fácil abrirla. De manera ágil y silenciosa abrí la puerta y dejé paso libre a la policía, quien entró al piso para proceder con el registro. Fue rápido. En un cuarto de hora ya estaba otra vez en mi casa, intentando asimilar todo lo que me acababa de pasar”.
¿Ha visto peligrar su integridad realizando un servicio 24 horas en Valencia?
“Sí, en varias ocasiones. Trabajar por la noche puede resultar peligroso. Una vez recibí una llamada de un cliente que necesitaba abrir la puerta de su casa. Se había quedado fuera en un descuido. Era pronto. Las once de la noche. Le dije el precio del servicio y él me dio la dirección. Fue hace muchos años. Aún no había Internet y los cerrajeros 24 horas valencia nos manejábamos con un callejero.
Localicé la calle y ya me dio mala espina cuando vi la zona dónde estaba. Era barrio de la Malvarosa. Bueno, pensé, no me cuesta nada echar un vistazo. Si veo algo raro me largo pitando y ya está. Salgo con mi furgoneta, perfectamente equipada para abrir cerraduras de todo tipo, y cuando llego a la calle veo que hay pequeños grupos de gente reunida ante unos bidones con fuego.
Paso despacio buscando el número de la calle y la gente empieza a increparme. Verdaderamente me asusté, el corazón me dio un vuelco. Aceleré y le comuniqué a mi jefe que no había realizado el servicio porque no me sentía nada seguro. Lo entendió perfectamente porque en nuestra empresa, quien más o quien menos se ha asustado alguna vez”.
¿Ha tenido que llamar a la policía para protegerse?
“Por desgracia, sí. La experiencia nos dice a todos los cerrajeros 24 horas que ante la más mínima salida de tono, acudamos a la policía. Yo me he sentido amenazado demasiadas veces. Hay gente que después de ser informada del coste del servicio y aceptarlo, luego, no quiere pagar lo acordado. Hay quien se pone muy violento. Yo pienso que la noche, el cansancio, junto con el alcohol, transforma a las personas.
Me acuerdo una vez que me llamó un cliente para que le abriese la cancela de un chalé en la playa de Canet d’En Berenguer. Eran extranjeros. Hablaban inglés. Menos mal que en Cerrajería Valencia podemos atender tanto en castellano y valenciano, que son las lenguas oficiales de la Comunidad Valenciana, como en inglés y francés, que son las lenguas de los turistas que más nos visitan.
Después de hablar con el cliente y que éste me explicara que necesitaba abrir el portón porque no encontraba la llave, le expliqué lo que costaba abrir una cerradura. Él estuvo de acuerdo y yo me fui para allá. Cuando llegué a los 10 minutos me encontré con que el cliente no estaba solo. Había con él otro turista y un par de chicas, que sí hablaban el español. Resultaba que el turista estaba bastante perjudicado.
Había tomado unas copas de más y me decía gritando que abriese la puerta. Ante tal recibimiento intenté marcharme, pero me cogió de la camiseta y me amenazó con pegarme si no abría la puerta inmediatamente. Por supuesto le abrí la puerta, pero luego no me quería pagar lo acordado y volvió a amenazarme si no me largaba. Como pude intenté zafarme de él y llamar a la policía.
Con la ayuda de la policía, conseguí cobrar el servicio y marcharme por fin para casa. Soy un cerrajero honesto, que lo único que quiere es ganarse la vida honradamente. A veces me pregunto por qué para ganarme el pan necesito pasar por estos malos tragos”.
Todo no serán malas experiencias… ¿cuál ha sido la situación más graciosa que ha vivido?
Es verdad que lo que le acabo de contar son casos que se dan en muy contadas ocasiones. Lo normal es que los cerrajeros 24 horas hagamos nuestro trabajo serenamente, sin altercados.
Nuestro trabajo tiene muchas ventajas. Conoces a mucha gente. Ha habido ocasiones que hasta me han invitado a pasar a su casa a tomar algo de lo agradecidos que estaban.
Pero eso no quita que me pase cada cosa… me suena el teléfono a las cuatro de la madrugada de un miércoles del mes de junio. Era un cliente que se había quedado en la calle y quería que le abriese la puerta. La apertura de puertas es el servicio más solicitado. Le comunico el precio del servicio y me dice que me espera en un banco que hay cerca de su casa, en el barrio de Benicalap. Me da la dirección y cuando llego no veo a nadie.
Empiezo a buscar y en un banco alejado veo sentado a un hombre tapado únicamente con unas hojas de publicidad. Automáticamente pienso, ya está, me están tomando el pelo o me ha tocado el típico “pirado”. Me acerco con prudencia y el chico me dice que es sonámbulo y que se ha despertado en mitad de la calle totalmente desnudo, porque él duerme así por el calor.
Para él es una situación tremendamente embarazosa. No me cuadraba nada ¿cómo me había llamado si estaba sin nada en la calle? Eso parecía una broma de cámara oculta. El pobre hombre me explica que no me puedo imaginar lo que le ha costado encontrar a alguien a esas horas de la noche y que encima cuando le veían aparecer se echaban a correr pensando que era un exhibicionista.
Al final, unos chicos que pasaban entre risas le han dejado su móvil y le he podido llamar. La verdad es que era una situación bastante cómica. No me podía aguantar las ganas de reír viendo al hombre tapándose conforme podía con las hojas de publicidad de Media Markt.
Pero lo peor fue que cuando intento abrir la cerradura de su casa resulta que no podía. Le pregunto si por casualidad había dejado puestas las llaves por detrás y me dice que así es, que tiene esta costumbre. Claro abrir la puerta tiene un precio, pero en este caso la cosa era más complicada, pues la cerradura era una cerradura anti palanca y además estaba el hándicap de que las llaves estaban puestas por el interior.
El coste del servicio subía y así se lo informé. Él se enfadó mucho y me dijo que ya no quería que le abriese la puerta, que prefería esperar a que algún vecino se despertara y llamar a su hermano que tenía una llave. Yo le expliqué que no podría abrir con su llave, puesto que la cerradura estaba bloqueada por las llaves puestas por detrás. Aun así no entraba en razón y ya no quería mis servicios. Le dije que al menos me pagara el desplazamiento, pero ¡claro! Estaba desnudo, ¿cómo me iba a pagar? ¡Ja, ja, ja!